viernes, 29 de agosto de 2014

Divergente y Insurgente - Veronica Roth

#1
Como seguramente lo estarán pasando todos los demás chicos de 16 años que tienen que elegir si quedarse en la facción en la que nacieron o elegir otra y distanciarse de su familia, estaba muy nervioso, me llamo James y hace rato tendría que estar dormido, pero simplemente no tenia sueño, no podía parar de pensar en las pruebas de aptitud, la ceremonia, las pruebas de ingreso, y lo más importante, que facción elegir.
Al final no se a que hora me dormí, pero las enormes bolsas negras bajo los ojos lo decían todo, me fui a bañar y me arregle un poco el pelo, con eso conseguí arreglar un poco mi apariencia. Volví a mi pieza a cambiarme y luego fui a la cocina a desayunar, no tenia ganas de ver a mis papas porque seguramente me iban a hacer las típicas preguntas de que elección iba a tomar y me iban a dar "consejos" que simplemente eran monólogos de que me quedara en esta facción. Así que volví a mi pieza a terminar el desayuno.

Lo único que tenia claro era que yo no pertenecía a esta facción, no me veía perteneciendo a Verdad y tener que ser totalmente honesto con todos por el resto de mi vida, no es tan malo pero hay cosas que simplemente me gustaría que se quedaran conmigo. A Erudición tampoco podría pertenecer, no me confundan, en el colegio era muy inteligente, no me costaba estudiar y entender las cosas, pero me parecía totalmente aburrido pensar en estar la mayor parte del tiempo sentado con los ojos en la computadora. Abnegación también estaba obviamente descartado, por lo que me acuerdo que nos dijeron en el colegio, era que ellos solo podía verse al espejo una vez cada 3 meses, el mismo día en el que se cortaban el pelo, me parecía un poco exagerado. Luego Cordialidad... bueno me gusta la idea de intentar que todo sea pacifico, pero conocí a personas de esta facción y es muy estresante que siempre pretendan que todos les caen bien y que estén de buen humor, cuando todos sabemos que hay días o personas que no soportamos. Y por ultimo Osadía, era una facción que admiraba, cuando era chico los observaba saltar y correr en los trenes cuando tenia que ir al colegio. Lo único malo que veía de esta facción eran las pruebas de iniciación, los nacidos en Osadía no tendrían problema en saltar, caer, trepar, y correr hasta quedarse sin aire, porque ya estaban acostumbrados a ese estilo de vida, pero para un nacido en Verdad que nunca en su vida corrió excepto para ir a tomar el tren o porque llegaba tarde a alguna clase, era todo un desafío. Ya lo tenia disidido lo que iba a elegir. Osadía o quedarme sin facción. Todo o nada.

Mi mama toco la puerta avisándome que ya nos teníamos que ir, subí al auto y mi papa me miraba por el espejo del retrovisor.
-¿Hijo, tienes alguna pregunta?
-No, papá
-Bien, recuerda que tu mama y yo estaremos muy orgullosos cuando termine el día, volveremos a casa y celebraremos todos juntos como tiene que ser.
Simplemente sonreí, y era por esto que no podía pertenecer a esta facción. Luego de un rato llegamos al Epicentro, donde se realizaba este gran acontecimiento.
-¿Estas bien? -Pregunto mi mamá
-Si, solo un poco nervioso. -Contesté
Totalmente sumergido en mis pensamientos en todo el camino, se ve que no les dirigí una palabra y yo ni siquiera lo noté. Gracias a dios mi papá estaciono rápido y fuimos a los ascensores, repletos de personas de mi misma facción, se notaba que todos estábamos nerviosos, se percibía en el ambiente, demasiado silencioso para un grupo tan grande de honestos. Enseguida llegamos arriba.
-Nos vemos en seguida. -Me dijo mi papa dándome un pequeño golpe.
Mi mamá en cambio me abrazo y me besó, supongo que ella sabia que algo estaba a punto de suceder, lo podía ver en sus ojos y seguramente ella lo podía ver en los míos. Fui a la fila donde nos irían llamando por orden alfabético. Quería hacer lo correcto, lo correcto para mi familia, era su único hijo y no quería dejarlos decepcionados por mi elección. Tenia bastante tiempo que esperar todavía, así que deje de pensar en eso y empece a ver a todos los otros chicos y chicas que iban pasando a agarrar el cuchillo, y derramar gotas de sangre en el tazón de la facción que elogian. Vi pasar a 3 de mis amigos, uno de ellos eligió quedarse en Verdad, no me sorprendía, era el tipo de persona que no tenia problema en decirte las cosas de frente, cuando bajo de las escaleras y volvió a sentarse sus padres lo miraban orgullosos. El segundo eligió Cordialidad, creo que nadie se lo hubiera imaginado, ya que es una facción completamente diferente a la nuestra, o pensándolo bien fue un poco obvio, debe estar más que harto de la honestidad, que hasta yo algunas veces preferiría vivir en un mundo donde por lo menos podes quedarte con tus secretos. Y por ultimo paso Elizabeth que eligió Osadía, si me cambiaba a esa facción tendría al menos un conocido. Así que cuando me llamaron, subí las escaleras, agarre el cuchillo, y sin mirar a tras derrame las gotas de sangre sobre Osadía.

#2
Baje las escaleras y volví a esperar que terminaran de pasar el resto de personas que faltaban, quería mirar a mis papas y al mismo tiempo no, la curiosidad me supero y los mire fugazmente. Ellos tenían la mirada perdida y al ver que yo los miraba cambiaron su mirada, y les puedo decir que era todo menos orgullo. No tuve mucho tiempo de pensar en lo que había hecho ya que los Osados empezaron a correr por las escaleras, tenia que seguirles el paso, se dirigían hacia la parada del tren, era claro lo que iba a pasar, primera prueba: Saltar a un tren en marcha.
Al principio estaba asustado, y empece a dudar en el momento que vi las luces de los faros del tren acercarse, me acerque al anden lo más que pude, y cuando apareció el primer vagón salté. Aterrice parado, me aleje de la puerta para dejar entrar a los demás Osados, veía como cada uno saltaba y aterrizaban a dentro del vagón, algunos no de la mejor manera pero lograban entrar. Estaba realmente orgulloso de mi, por haber superado la primera prueba sin ninguna complicación. Lamentablemente para algunos iniciados no pudieron entrar al vagón, algunos simplemente no lo intentaron, otros saltaron mal y no pudieron sostenerse. Todos ellos ya no podrán formar parte de ninguna facción, ahora son parte de los abandonados Sin Facción.
Ya adentro del tren empece a hablar con un grupo de iniciados como yo, algunos de Abnegación y otros de Erudición, pero ninguno de Verdad. Luego de un rato viajando y hablando, los Osados antiguos empezaron a saltar del tren. Ya era de noche, y lo único que se veía era personas saltando al vació, no  había tiempo de pensar, si no lo hacia quedaría sin facción, y todo es mejor que quedar sin facción. Empece a correr hacia la puerta y sin dudarlo salté, aterrice parado, otra vez, este era mi día de suerte. Como en la primera prueba, muchos no pudieron superarlo, en esta estábamos casi todos. Ayude a algunos a levantarse y cuando todos estuvimos bien apareció un chico con muchos piercings y tatuajes enfrente de nosotros. Era uno de los dirigentes de Osadía, me llamo mucho la atención que alguien así, solo unos años mayor que yo este a cargo de toda una facción, nos explico que la siguiente prueba era saltar de un edificio.
-ESTAS LOCO!? -exclamo Christina, una chica con la que había hablado en el tren.
-Si no sos suficientemente valiente como para pertenecer a esta facción no hay lugar aquí para ti en Osadía. -respondió él.
Ella simplemente no respondió nada, se podía ver su furia en los ojos.
La primera que se acerco al borde fue una chica de pelo rubio, ella solo respiro y se dejo caer al vació. Una gran curiosidad me invadió, así que fui el segundo en acercarse al borde, mire hacia abajo para intentar ver si había algo que frenaría mi caída o simplemente habré tomado una mala decisión. Aun así tenia que hacerlo, si conseguía salir vivo de esto podría demostrar que merezco estar en Osadía.
1...
2...
3...
Cerré los ojos y me lancé.

#3
Una red, eso es lo que había, una red, un chico no mucho mayor que yo me ayudo a levantarme.
-¿Como te llamas?
-James, me llamo James
-¡El segundo saltador! -anuncio- ¡James!
Una multitud de personas vestidas de negro empezaron a aplaudir y a silbar en frente de mi, me encontré con la chica rubia, su nombre es Tris, Tris Prior, la felicite por ser tan valiente y haber saltado ella primera, seguimos hablando hasta que empezaron a llegar más gente que había saltado, me había hecho amigo de Will, que fue el tercero en saltar, un chico llamado Albert que también fue uno de los primeros en saltar después de mi, y también encontré a Eli o mejor dicho ella me encontró a mí, no podía creer que ella había logrado pasar todas estas pruebas y también estaba Christina, una de las ultimas en llegar. Esta vez faltaba más gente que en las otras pruebas, eramos notablemente un grupo más chico.
El chico que me ayudo en la plataforma luego de saltar fue acercándose hacia nosotros, no hizo una seña de que lo siguiéramos, llegamos a un lugar alejado de la multitud.
-Me llamo Cuatro y seré su instructor en la iniciación.
-¿Cuatro?¿Como el numero? Que... -Intervino Christina otra vez.
-Si ¿Tenes algun problema? -Le respondió fulminándola con la mirada.
-No, ninguno. -Y no volvió a comentar nada más.
-Como iba diciendo, van a ser divididos entre los iniciados que nacieron en Osadía que van a ir con Eric y los transferidos vendrán conmigo.
Seguimos a Cuatro por muchos pasillos oscuros hasta que llegamos a una habitación.
-Aquí van a dormir todos. -Anuncio él- mañana les daremos nueva información, buenas noches.
Entramos, había muchas camas de 2 pisos, decidí acostarme en la cama de arriba e intentar dormir, aunque no se me hizo nada difícil ya que estaba realmente agotado.
Lo ultimo que pensé fue que me encantaba haberme cambiado a esta facción.

#4
Me desperté a media noche a causa de unos sollozos, espere a que mis ojos se acostumbraran a la oscuridad y vi que provenían de un chico llamado Albert, que se había hecho llamar Al. Yo fui uno de los pocos que conservo el nombre luego de tirarse del edificio, sentía que de esa manera podía conservar algo de mi facción, y mi familia. 
Entendía por lo que estaba pasando Al, yo tampoco me sentía del todo bien dejando a toda mi familia, pero tenia que mantenerme fuerte, que pensarían los osados si se enteraran de que lloraste toda la noche.
Se que no fui el único que tuvo pesadillas la noche anterior, a la mayoría de lo iniciados se les notaba el malestar, o por lo menos yo lo notaba, una de las cualidades de las personas nacidas en Verdad es la capacidad de detectar como se siente una persona, cuando esta mintiendo y cuando dice la verdad.
Me reuní con Tris, Eli, Christina, Will y Al y nos dirigimos al comedor, tuvimos que seguir a algunos Osados que también iban al mismo lugar que nosotros para encontrar el camino ya que ay un sin fin de pasillos que creo que nunca podre aprenderme a que lugar conducen cada uno de ellos. Nos sentamos en una mesa redonda y mientras comíamos hablábamos de todas las cosas que nos esperaba el día.
Cuando terminamos Cuatro nos llevo a la sala de entrenamiento y nos explico que la primera fase de la prueba de iniciación era de fuerza, deberíamos pelear luchar unos contra otras con el fin de ganar un puesto en la clasificación. Ese día no enseñaron una serie de golpes y maneras de defendernos, tengo que admitir que la lucha se me daba muy bien, practicamos unas horas más y teníamos el resto del día libre.

#5
Hoy era la pelea, y estaba muy confiado, debía luchar con alguno de mis compañeros y aunque creía que tenia posibilidades era consiente de que siempre podía haber alguien que me podría ganar y quitarme el puesto.
Fui junto a los demás a ver la pizarra, vi mi nombre junto al de un chico llamado Edward. No tenia ni idea de quien era, solo esperaba que no sea mas grande que yo.
Nos llamaron al ring, primero subí yo, y luego subió Edward, ahora si que estaba nervioso, él era de mi altura pero en su cara se le podía ver un aire de autosuficiencia, esta no iba a ser una pelea fácil.
Apenas sonó el ring pensé en ser el primero que atacara, pero el se adelanto y me pego un puñetazo en la nariz, hora de cambiar de plan, esquive sus golpes, y cuando vi que se estaba cansando envié mi puño en su cara haciendo que su labio empiece a sangrar, eso es lo que iba a hacer, esquivar esquivar esquivar y atacar. Él intento darme un codazo que yo pude alcanzar, luego le di una patada que lo hizo caer al suelo, todos gritaban entusiasmado para que acabara un él, una parte de mi no quería hacerle daño, pero la otra parte decía que tenia que demostrarle que podía pertenecer a Osadía. Me di vuelta para buscar a los Instructores para que den por terminado el encuentro, escuche que todos empezaron a gritar más fuerte, me di vuelta y vi que Edward se había levantado y se asurcaba a darme una patada, lo esquive y le di un puñetazo en la panza que termino por dejarlo inconsciente y dado por terminado el encuentro.
Me quede a ver las demás peleas, una de ellas era de Tris contra Peter, digamos que nadie de nosotros hubiera querido estar en el lugar de Tris, parece que él no tenia problemas en pegarle a una chica, y sabia pelear muy bien.
Luego de terminar de ver todos los encuentros, publicaron la lista de puntuaciones, luego de esperar que todos se abalanzaran a ver sus resultados, fui a ver el mio, estaba entre uno de los primeros eso significaba que tenia cada vez estaba más cerca de pertenecer a Osadía.


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